Jorge Pereyra
En su columna
periodística “Matices”, el agudo crítico político César Hildebrandt advierte
que Julio Guzmán no es una mansa paloma y que, por
el contrario, es el candidato israelí en las próximas elecciones presidenciales
del 2016 y podría también ser receptador del financiamiento del sionismo
internacional.
Así pues,
Hildebrandt señala: "Circula en las redes una entrevista reciente hecha a
Julio Guzmán en los Estados Unidos. Fue realizada en los estudios de la cadena
Jewish Broadcasting Service (JBS) y en ella Guzmán habla, en un inglés
esforzado, de sus planes en relación a Israel.
Ante la
creciente aprobación de su entrevistador, Guzmán se ofrece como el candidato
ideal de la causa israelí en América Latina. Su estrategia es la siguiente:
convertir al Perú en plataforma de la propaganda de Israel a nivel continental
y firmar un TLC con ese país que pueda ser imitado por los países
vecinos".
En
consecuencia, su agrupación política -Todos por el Perú- debería cambiar su
nombre a "Todos por Israel".
Por su parte,
en su serie “Me gusta, no me gusta” publicada en su blog, la periodista Rosa
María Palacios, dio esta semana sus opiniones sobre el polémico “outsider” que
sorprendió con su repunte en dos recientes encuestas.
Del
autoproclamado “outsider”, Palacios señala: “Nunca he entrevistado al candidato
presidencial Julio Guzmán. No lo conozco, Nunca lo había visto hasta que
apareció en escena proclamándose el outsider. Lo que supimos luego de él, es lo
que me permite escribir esta columna, a pedido de sus “fanáticos”.
No me gusta:
1. No me gustan
sus supuestos fanáticos. ¿Decenas de personas escribiendo lo mismo? Tengo 6
años en Twitter y un millón y medio de seguidores, del total de tres millones
que hay en el Perú. Con los años te das cuenta de lo que es espontáneo y de lo
que es armado. Estos supuestos fanáticos son todos cortados con la misma
tijerita. Educaditos, breves, suplicantes. El pedido es siempre el mismo. Hay
otros candidatos, nos gustaría que hablara de él, póngale atención. Me
persiguen, en Twitter, en los comentarios a cualquier otro tema en mi página
profesional en Facebook o en este mismo blog. Hartan. Y mienten. No me dan
buena espina. Y los bloqueo. No me gustan ni los trolls, ni las portátiles, ni
siquiera las finas. Solo por ellos mi primera impresión de Guzmán es pésima.
2. No confío en
una persona que se mira al espejo antes de ir al trabajo y dice en voz alta que
será Presidente del Perú en las próximas elecciones. Rarísimo. Sin carrera
política, sin siquiera haber postulado – no digo ganado – a un cargo de
elección popular. Así nomás, ¿de la nada? Guzmán ha sido funcionario público.
Conozco cientos de funcionarios de diversas administraciones con más
experiencia y mejor desempeño. A ninguno se le ocurrió que podría, en un solo
salto, llegar a la Presidencia de la República.
3. No me gustan
los candidatos de laboratorio, por más brillante sea el laboratorio. Guzmán es
una creación de Macroconsult. La prestigiosa firma de consultoría económica le
da todo su soporte (suerte que todo candidato quisiera tener) y Drago Kisic le
ha regalado la inscripción. No hay partido, no hay cuadros, no hay militancia.
No hay institucionalidad alguna, ni deseo de crearla. O de no sacarle la vuelta
a la norma. Kisic salvó la valla electoral porque fue en alianza, primero en
Unidad Nacional con el PPC y Solidaridad Nacional el 2006 y luego con
Solidaridad Nacional el 2011. No saco ni un solo candidato al Congreso en las
últimas elecciones ¿Tiene vigencia real más allá del cambio de membretes?
Ninguna.
4. No me gusta
que Guzmán pretenda ser una versión más joven y clase mediera de PPK. Si no te
gusta el original ¿por qué vas a votar por la copia? Y a la inversa, si te
gusta el original, no te vas a ir por el clon.
5. No me gusta
que no sepamos de dónde sale la plata. Y mal de muchos, consuelo de tontos. Si
te presentas como la novedad, como el “outsider” se diferente en algo. Y en
algo sustancial. ¿De dónde el muchacho de 12 hermanos que estudio a punta de
becas va a tener para montar un aparato de redes sociales tan pesado (en las
diversas acepciones del término)? Salvo que su lista de aspirantes al Congreso
– desconocida aún- sea la gallina de los huevos de oro, no veo cómo funciona
económicamente. Y ante la duda, abstente.
6. No me gusta
el discurso. Liberal, pero conservador. Supuestamente de izquierda, pero de
derecha por los cuatro costados. Generalidades. “Nuestras propuestas” son las
mismas propuestas, en matices más o matices menos, que las de los punteros.
Me gusta:
1. Me gusta
que, en general, los políticos estudien, trabajen y se ganen el pan. En esto
Guzmán tiene mérito y se diferencia de los punteros. Hoy, lo debe mantener algo
llamado “el partido”, es decir los financistas anónimos, pero que ha ganado su
plata trabajando en el pasado, qué duda cabe. Aunque parezca mentira, eso ya
distingue, para que vean qué bajos andan los estándares.
2. Me gusta que
no se le conozca escándalos. Hasta ahora. Y eso, que no es por sí mismo nada,
en el contraste con los otros candidatos, es mucho.
12 de enero:
Hoy el Gerente General de Macroconsult me envía una comunicación señalando que
la empresa como tal no apoya a ningún candidato. Pero reconoce que 3 de los 10
socios de la empresa están vinculados al partido Todos por el Perú que fuera
liderado por su socio Drago Kisic. Los 7 restantes “no participamos de manera
directa o indirecta con Guzmán.
Agradezco a
Gonzalo Tamayo la aclaración. Mi error. Confundí al 30% con el 100%. Lo
correcto sería decir “Guzmán es una creación de tres brillantes socios de
Macroconsult y cuenta con el soporte de estos”. Lo justo.
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