martes, junio 25, 2013

UNA LEY PARA CUMPLIR “SIN DUDAS NI MURMURACIONES”


Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
Cuando todo el mundo pensaba que el movimiento estudiantil universitario había dejado de existir, junto con el resto del movimiento social, desde el tiro de gracia dado por el fuji-montesinismo en la década del 90, venimos observando como es que en estos días los estudiantes universitarios se esfuerzan por “resucitar” y despertar del largo sueño y evidenciar ese espíritu de cambio, de lucha, de protesta, de inconformidad, es decir, el verdadero espíritu de juventud. ¿La razón? Evitar que el gobierno timorato y genuflexo de Ollanta Humala y su Congreso apruebe la “nueva” Ley Universitaria que consolida y mejora la violación de la autonomía universitaria. ¿Lo lograrán? Veamos:
Un hecho que debe llamar la atención, sobre todo en el seno del mundo académico superior, es que detrás de la “novísima” Ley universitaria no están los mejores académicos, profesionales, investigadores, doctores o Pishdis, de la educación, detrás de dicha Ley  está nada más y nada menos, que un militar, un congresista de la chacana. Al menos así se da a entender a través de los instrumentos mediáticos, puesto que el aludido militar, en su calidad de Presidente de la Comisión de Educación, es entrevistado, con mayor énfasis y sin de Mora,  mañana, tarde y noche, para que exponga las “bondades” que tendría el importante documento legal. Entonces, siendo así, los estudiantes universitarios de todo el país deben estar tranquilos, porque de aprobarse dicha Ley pronto podrían llevar el famoso curso de IPM (Instrucción Pre Militar) como en la época en que se vestía el uniforme color beis o caqui, así como conminados a grabar bien en su cerebro el principio militar “ordenes se cumplen sin duda ni murmuraciones” y “Ley se cumple sin dudas ni murmuraciones” 
Asimismo, otro hecho no menos preocupante o quizá “importante” para los estudiantes universitarios, es que la CONFIEP, es decir, los empresarios de este país, esos que sólo les gusta acumular riqueza, sea como sea, sí es atropellando los derechos de los demás o destruyendo la naturaleza, mejor, estarían no sólo determinando para que dicha Ley sea aprobada lo más pronto posible; sino, también, elaborando las ideas, los títulos, capítulos, artículos, los incisos y los acápites, es decir, elaborando los textos o contenido de la Ley. De ser así, esto tendría dos consecuencias: encaminar los centros de educación superior pública, hacia una total privatización, logrando con ello que el Estado normativo y gendarme que tenemos ahora, se deshaga del exiguo presupuesto asignado a ellos. De otro lado, administrar o gestionar la universidad pública peruana exclusivamente desde una visión empresarial y economicista, introduciendo en los cerebros de los estudiantes universitarios la idea en cuanto a que “todos tienen que ser empresarios”, “Todos tienen que estudiar carreras que el mercado demanda” ¿Y qué carreras  demanda el mercado? Carreras técnicas y cortas, la gran mayoría de ellas no precisan de ser estudiadas en una universidad, tan sólo en algún instituto. ¿Y, donde está ese famoso mercado?, Según los neoliberales, gobernantes y clase política de este país, principalmente en las transnacionales mineras. El estudiante “compra” todas esas ideas que en realidad son sólo eso: ideas, humo y falsas expectativas. Pero el objetivo de fondo, el cual buscan los empresarios, las transnacionales y la clase dominante en general es castrar el espíritu crítico de los universitarios, desconectarlos de la realidad social, despolitizarlos, desclasarlos, etc., etc. Aunque todos estos aspectos ya se vienen observando desde hace mucho tiempo, precisamente desde la época del fujimorato. Con la “Nueva” Ley lo único que se haría es legalizar, oficializar e intensificar el tecnicismo y oscurantismo universitario.
Sino, recordemos el caso de la “Autonomía” universitaria. Dicha autonomía ya ha sido violada de forma reincidente desde hace buen tiempo, concretamente desde la década de la dictadura Fuji-montesinista. Incluso antes, en el segundo periodo de gobierno de Alan García; por ejemplo, aquí en Cajamarca, un alcalde militante de la estrella, junto con miembros de la policía, entraron pistola en mano, al campus universitario, a agredir físicamente a algunos estudiantes universitarios. Y, en la década del 90 ni hablar: Por citar sólo uno de los casos, el más emblemático: la violación de la autonomía de la universidad La Cantuta, de donde los militares secuestraron a 9 estudiantes y a un profesor, luego, los mismos fueron encontrados asesinados y calcinados. Sobre estas violaciones a la autonomía universitaria nadie a dicho nada, nadie está procesado judicialmente por estos hechos; al contrario, a partir de esos años, la universidad sufrió cambios importantes, entre éstos: desaparecen los estudiantes universitarios de los movimientos sociales; los cursos o asignaturas que enseñan a pensar y que se enseñaban en todas las facultades, como el materialismo dialéctico, el materialismo histórico, sociología política, entre otros son olímpicamente eliminados de los sillabus; empiezan a predominar las carreras y cursos técnicos, enseñados con enfoque tecnicista; iniciándose, así, en los estudiantes un proceso de despolitización, bajo el principio castrador y asesino de mentes, originado en muchos casos, en el hogar: “A mi me han mandado a la universidad a estudiar y no a hacer política”, etc. etc. 
Asimismo, se inicia un formulismo controlista, en tanto que las universidades pueden contar con vigilantes o “guachimanes” cuyas actitudes son muy asociadas a las actitudes militares, quienes, cotidianamente,  revisan las mochilas de todo aquel que entre y salga de tales centros de estudios. Entonces, la autonomía de la universidad estatal, ya ha sido violada en todos los aspectos; pero sobre todo en uno, que es el más sagrado para todo ser humano y más aún para niños y jóvenes: la violación de la libertad de pensamiento. Además, al limitar el pensamiento y castrar la capacidad de crítica en la universidad es como chupar un huevo, haciéndole un hoyito con un alfiler, para que aparezca intacto, cuando en realidad sólo es un cascarón.  En fin, a partir de la dictadura, la universidad pública peruana, ha perdido su esencia, cual es, la de generar, impartir y recrear el conocimiento y el pensamiento; limitando su quehacer sólo al saber hacer, pero anulando o eliminando el saber pensar. Y no nos referimos a un tipo de conocimiento y pensamiento, limitado y concreto, sino a la diversidad y universalidad de conocimientos y pensamientos; de los cuales surge precisamente el título o nombre de “UNIVERSIDAD”. La misma suerte están corriendo los centros educativos primario y secundario donde se han eliminado asignaturas como historia, geografía, educación cívica, castrando a los niños y jóvenes esa posibilidad de conocer su verdadero pasado, conocer su territorio y amar a su patria.
En este contexto, no se puede evadir la siguiente pregunta ¿lograrán los estudiantes universitarios y la comunidad universitaria en general, hacer retroceder al gobierno ollantista en su objetivo de imponer la nueva Ley universitaria? Considerando, por un lado, que detrás de dicha Ley está la derecha criolla, los grupos de poder económico como la CONFIEP y los militares, mientras que por el otro lado está la comunidad universitaria (docentes, estudiantes y administrativos), pero principalmente los estudiantes universitarios, los cuales carecen de espíritu de lucha, por estar  enclaustrados en el academicismo, condenándose así mismos al letargo y conformismo, con la frase “a mi me han mandado a estudiar y no a hacer política ni a protestar en las calles”, todo indica que el gobierno tiene todas las de ganar.  No cabe duda que, para que los estudiantes universitarios ganen la batalla, se tendría que hacer verdaderas luchas directas de masas en las calles, es decir luchas estudiantiles masivas y contundentes, similares a las que se hacían en las décadas de los 70s y 80s, con la Universidad Mayor de San Marcos a la cabeza. Valgan verdades, las luchas estudiantiles de hoy, son caricaturas o remedos de luchas sociales, porque son timoratas, escasamente concurridas y poco motivadas.
Finalmente, el estudiante universitario de hoy, no se cansa de estar enclaustrado, se enclaustra en la universidad, se enclaustra en el internet y se enclaustra con el audífono del celular. Es un estudiante enclaustrado y desconectado de su propia realidad y cuando deja de enclaustrarse empieza la juerga, por cualquier motivo; cachimbo, pre cachimbo, promoción, pre promoción, cumpleaños del compañero, o de la compañera, etc., etc. el hecho es que las pizarras y fachadas de las universidades están llenas de anuncios e invitaciones a la juerga y a la parranda. Atrás han quedado los “años maravillosos” cuando en las universidades existían realmente los centros federados y las federaciones universitarias, con sus respectivos ambientes, los cuales hoy han sido convertidos en espacios de prósperos negocios; mientras que cada uno de estos gremios estudiantiles tenían sus pizarras, en las cuales se escribía sendos pronunciamientos de la coyuntura nacional, a la para que la polémica y el debate estudiantil era infaltable e ineludible, lo cual era indudablemente una señal de que el estudiante universitario de aquel entonces leía y pensaba mucho más que el estudiante universitario del Perú globalizado. Espero que esta crítica no sea tomada a mal por el estudiantado universitario, sino por el contrario sirva para que reflexione y piense un poco más, para que se conecte un poco menos con el audífono del celular y con el internet y se conecte un poco más con la realidad social, con su propia realidad.
Escrito: 21 de junio del 2013

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