sábado, junio 30, 2012

DETRÁS DE LA AMBIGÜEDAD ESTÁ LA AMBICIÓN



Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán

¿Ha notado usted que el conflicto Conga, cuyo impacto social ya ha trascendido las fronteras cajamarquinas y peruanas, está dejando varias lecciones importantes, sobre todo en los patrones de comportamiento social? En el siguiente comentario compartimos algunas de ellas.

En primer lugar, no cabe ninguna duda que desde la perspectiva del pensamiento social, el tema Conga ha fragmentado a la sociedad peruana y cajamarquina en particular, en dos: Los que pensamos que la actividad minera, tal como se ha venido desarrollando en nuestra región desde hace 20 años, debe parar de una vez por todas; y, aquellos que piensan que aquí no pasa nada, que todo debe continuar tal como está y en paz, porque creen y quieren hacer creer a los demás que de dicha actividad “depende la inclusión social” y, en general, “el desarrollo de nuestro país”. Felizmente, quienes piensan en este último sentido cada día van disminuyendo, tal como va disminuyendo nuestra agua, como resultado de la destrucción de los colchones acuíferos y de las fuentes de agua.

En este contexto, una de las lecciones que nos está dejando el conflicto social sobre Conga es que de hecho está sirviendo para ir descubriendo quienes somos, con quien estamos y qué defendemos, en general, como dijo un paisano “aquí, en esta bronca, vamos a descubrir quien es quien”, lo cual no podemos hacer en época de paz y calma social. En efecto, a los primeros que hemos descubierto es a quienes ocultan su ambición por los dólares detrás de la ambigüedad y del doble discurso. ¿Quiénes son estos personajes?

Los ambiguos: según el diccionario de la Real Academia Española son aquellos que sus ideas o palabras expresan varios modos o interpretaciones subjetivas, sobre los hechos o procesos sociales y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión. Son aquellos que con sus palabras o comportamiento, velan o no definen claramente sus actitudes u opiniones. También son ambivalentes porque sus ideas expresan dos interpretaciones opuestas entre sí. Su estado de ánimo, es transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como por ejemplo el amor y el odio, o el estar en contra o favor de algo al mismo tiempo.

¿Conga va o no va? Es la pregunta de moda, o mejor dicho de coyuntura. En este sentido, pregunta el amigo, el vecino, el periodista. Y, la respuesta de quienes ya tomamos conciencia, porque estamos informados, tanto por nuestro sentido común como por los informes técnicos y científicos existentes, entre ellos, el de Robert Moran, Echave, y el de Guido Peralta, decimos sin dudas ni murmuraciones o balbuceos CONGA NO VA, NI HOY NI NUNCA. Pero aquellos que prefieren salvaguardar únicamente sus cuentas bancarias, sus acciones en la bolsa de valores y sus bolsillos, o simplemente su cargo de confianza o puesto laboral y más aún quienes no son cajamarquinos, son los ambiguos o ambivalentes, le dan varias vueltas a su respuesta y peor aún parece que la lengua se les traba, porque balbucean al contestar la pregunta sobre sí conga va o no va. Es más, resulta sorprendente que los ambiguos y ambivalentes sean autoridades actuales y ex autoridades, políticos y muchos empresarios, incluso ex ambientalistas, quienes en otras coyunturas, especialmente electorales, son muy elocuentes, de expresiones claras y bien definidas. El más claro ejemplo de ambigüedad se expresa en estas palabras: “Si estoy de acuerdo con las protestas del pueblo en contra del proyecto Conga; pero el proyecto conga es importante porque de él depende la inclusión social y la gran transformación” o “si estoy de acuerdo con el paro, pero las actividades comerciales, productivas, educativas y sociales deben continuar normalmente. Estas respuestas de algunos “nacionalistas” y otros personajes, lleva a confusión y duda, no obstante, lo que realmente quieren decir es que Conga va, sólo que tratan de ocultar su verdadero sentimiento pecuniario detrás de la ambigüedad y el doble discurso; pero, también ante el hecho inevitable de ser mal vistos por la inmensa mayoría de una población que ya ha fijado y definido su posición respecto a que el mega proyecto minero es inviable y se expresa a través del ya histórico slogan “CONGA NO VA”.

También el tema Conga está sirviendo para que la población cajamarquina y peruana, rural y urbana, observe la actitud de muchos políticos y politiqueros, especialmente la de aquellos que andan pregonando a los cuatro vientos sobre la democracia, el estado de derecho y el modelo neoliberal y que nos andan diciendo todos los días que “están a favor de los pobres”, etc. A aquellos políticos y politiqueros que sólo activan todo su apetito de poder cuando faltan escasos meses para elecciones presidenciales, regionales o municipales, pero que en épocas de paz y calma social la población no puede identificar sus verdaderas intenciones políticas y sus malévolas pretensiones económicos ni mucho menos la población puede saber con quién o quienes anda negociando los puestos públicos y los cargos para efectivizarlo en caso que cualquiera de ellos llegue al poder. En este contexto, los grandes conflictos sociales, como el que viene dándose en la región Cajamarca, da la oportunidad al pueblo para identificar quien es quien. Parafraseando al gran Lenin, líder de la revolución rusa, dicho conflicto social sirve para identificar a quienes son los amigos del pueblo y a quienes son sus enemigos.

Y, el mecanismo para tal identificación es relativamente fácil: observarlo si están o no participando activamente en las protestas multitudinarias que se vienen realizando desde hace 8 meses, intensificándose desde el 31 de mayo del presente año, en la ciudad de Cajamarca y en el resto de capitales de provincia. Escuchar atentamente y analizar sus opiniones y propuestas, cuando son entrevistados en los instrumentos mediáticos, hablados y escritos, especialmente capitalinos. Pero también percatarse de aquellos políticos y politiqueros que no aparecen por ningún lado, parece que la tierra se los hubiera devorado o simplemente se han escondido debajo de su cama, hoy que precisamente se requiere su presencia, su posición, su manifestación, sobre este mega proyecto. Esta clase de políticos ¿Tendrán la osadía de pretender algún puesto público o de ser candidatos a algún alto cargo público, cuando no dijeron ni siquiera esta boca es mía en tiempos que el pueblo cajamarquino más lo necesitaba? La misma pregunta le planteamos a aquellos ambiguos del famoso “Colectivo Cajamarca”, que dicen estar de acuerdo con la defensa del agua, pero que ruegan porque el proyecto destructor precisamente de las fuentes de agua se imponga aunque sea a sangre y fuego ¿tendrán la cara de levantar alguna candidatura política a algún alto cargo público, cuando el pueblo cajamarquino estaba en conflicto, ellos asumieron una actitud de verdaderos enemigos?

En, fin. El pueblo peruano y cajamarquino tiene en las protestas contra el mega proyecto minero Conga y en en cualquier otra protesta social que se exija derechos conculcados, una importante oportunidad de identificar a los políticos y politiqueros y a cuanto personaje que detrás de su ambigüedad, el doble discurso, su indefinición política y social ocultan sus verdaderas intenciones para con los pueblos, generalmente su intención de arrastrarse tras de la derecha, de los grupos de poder económico criollos y de las transnacionales depredadoras de los recursos naturales y sobre todo su intención de hacerse rico de la noche a la mañana, aunque sea a costo de corrupción. Dicen que “a los verdaderos líderes y dirigentes, así como a los políticos amigos del pueblo se los ve en los grandes conflictos y protestas sociales de los pueblos” En este sentido tales conflictos y protestas sociales constituyen la mejor prueba de fuego y reto para cualquier político para demostrar que es un verdadero amigo del pueblo, al igual que el pueblo debe tener claro que los verdaderos líderes, dirigentes y políticos amigos del pueblo se nacen y se hacen en el fragor de la lucha social. En los tiempos de paz social no es posible identificar a los verdaderos dirigentes, líderes ni políticos amigos del pueblo. En concreto, NO ES POSIBLE SABER QUIEN ES QUIEN.

Escrito: 27 de junio del 2012

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